El Parque Nacional de Sierra Nevada del que son parte importante los municipios de Dilar, Güejar Sierra y Monachil (donde está ubicado La Almunia del Valle), se configura como un elemento de identidad del territorio andaluz. Es la segunda cadena montañosa más alta de Europa, después de los Alpes. Posee 16 picos con más de 3000 m de altura. Declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera en 1986.
El majestuoso macizo montañoso presenta un relieve de grandes contrastes. Fruto de los episodios glaciares que dejaron su huella en las numerosas lagunas existentes.
Paisajes que enamoran. La estratificación del relieve en altura es el origen de la presencia en Sierra Nevada de una excepcional diversidad de ecosistemas y paisajes específicos, hábitat de numerosas especies vegetales y animales. Unos elementos que confieren su carácter propio a la última gran muralla natural del sur de Europa, y que han impresionado a escritores y viajeros ilustres desde la Antigüedad.
Las elevadas cimas nevadas que durante el deshielo abastecen de agua a lagunas y riachuelos, marcan la escarpada dorsal de Sierra Nevada.
Paraíso botánico. Este verdadero paraíso natural presenta una de las floras más preciadas de toda Europa, sobre todo por el valor ecológico de las más de 2.100 especies catalogadas, destacando los 175 endemismos ibéricos existentes en la Sierra del sol.
Hábitat privilegiado. Las altas montañas del Espacio Natural de Sierra Nevada son el hábitat de un gran número de animales salvajes y grandes rapaces como el águila real y el buitre leonado. Entre los mamíferos la cabra montés es el más emblemático.
La Almunia del Valle os invita a hacer Senderismo en el Espacio Natural de Sierra Nevada. Desde nuestro emplazamiento, a 1000 metros de altitud, podemos emprender caminatas con distintos niveles de dificultad adaptándose a las facultades físicas del caminante. Rutas de alta montaña que mostraremos a nuestros huéspedes, para que disfruten de jornadas únicas en la montaña. Caminatas sencillas por ramblas o desfiladeros de ríos caudalosos que nos permitirán conocer el antiguo legado de nuestros ancestros en el arte de la agricultura en terrazas de montaña y la irrigación a través de acequias serpenteantes por empinados riscos.