“Turismo limpio y seguro” será un eslogan que abanderará destinos y alojamientos, ávidos de recibir a viajeros que quieren disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Y nosotros nos preguntamos, ¿qué espera el cliente encontrar en un destino limpio y seguro?
Por supuesto que todos nos afanaremos por desinfectar y requetelimpiar todos y cada uno de los rincones de nuestros hoteles. Sin lugar a duda ofreceremos ese grado de seguridad que requiere la ocasión.
Este nuevo escenario en el que nos vemos inmersos, involuntariamente, nos está permitiendo observar nuestro alrededor con más detenimiento. Puede que muchos no lleguen a ver más allá de la tapia del vecino, otros, más afortunados, disfrutarán de espacios naturales. Pero todos somos capaces de observar un ambiente más limpio, diferente al que estábamos acostumbrados.
Estas últimas semanas son muchas las noticias que nos muestran los signos con los que la Tierra agradece esta tregua forzada. Los que tenemos la fortuna de vivir en el campo, podemos apreciar que ésta muestra colores más vivos, una luz más brillante, siluetas a lo lejos que nunca antes habíamos apreciado con tanta nitidez.
También es fácil ver animales pasear o alborotar tranquilamente ante nuestros ojos, porque seguramente se sientan ahora más seguros. Menos amenazados por la presencia continua y descontrolada de visitantes en su medio natural.
Lleguemos a la certeza que nuestra huella en el destino ha de ser minimizada para preservar un futuro limpio y seguro. Nuestras acciones deben preservar la Tierra limpia y segura para nuevas generaciones.